sábado, 14 de marzo de 2009

Mi examen

Ya habéis visto el blog si lo habéis comprendido deberéis responder correctamente a estas pregunta.



viernes, 13 de marzo de 2009

Mi envejecimiento y el progreso de mi hijo

En 1642, cedí mi cargo de ujier a mi hijo Juan, quien es también escritor y dramaturgo, y me retiró. Mi hijo es menos fecundo que yo, aunque gracias a mis consejos logrará covertirse en un gran escritor o eso espero. Hoy el 10 de noviembre de 1644 dejo de escribir debido a que me estoy empezando a sentir mal.
10-11-1644

(Luis Vélez de Guevara murió en su casa de la calle de las Urosas asistido por su esposa, María de Palacios, el 10 de noviembre de 1644, en Madrid de unas calenturas malignas y un "aprieto de orina"; poco antes había testado ante Lucas del Pozo, dejando por albaceas al duque de Veragua y a fray Justo de los Ángeles; está enterrado en la capilla de los Duques de Veragua, en Doña María de Aragón. En su testamento dejó una enorme lista de pequeñas deudas que satisfacer. Se cree que escribió unas 400 obras.

Todos los ingenios de su época alaban unánimemente en él, como Cervantes, "lustre, alegría y discreción de trato". En su época llegó a rivalizar con el propio Lope de Vega y Calderón por el cetro del teatro español, tanto en los corrales de comedias como en los coliseos de la realeza. Lope mismo no le escatimó elogios en su Filomena y en su Laurel de Apolo, como tampoco Francisco de Quevedo, Juan Pérez de Montalbán o Cervantes, quien, sin embargo, en el prólogo que puso en 1615 a sus propias comedias, veía excesivas sus aparatosas escenografías llenas de "rumbo, tropel, boato y grandeza".)

jueves, 12 de marzo de 2009

La explicación de mi mejor obra y un trocito de ella

Mi Explicación
El Diablo Cojuelo: En esta obra escrita en 1641 introduje todos los conocimientos que había adquirido con el paso del tiempo y esto me llevó a realizar una gran obra. Verdades soñadas y novelas de la otra vida, en un estilo muy conceptista. En esta obra mi fin es ofrecer una panorámica de la sociedad en todos sus niveles, lo que logré, tomando además un gran valor documental agregado para la imaginería de la época. Yo ataco en especial el vicio de la hipocresía y especialmente a la nobleza de Madrid, donde estaba entonces la Corte, y de Andalucía, a estos los pongo verdes pero mi ímpetu satírico decayó a partir del quinto tranco, porque yo tenía cuenta que dependía de los que estaba atacando y viendo que mi situación económica no era la más adecuada vaya que estos se cabrearan conmigo y no me pagasen. Para realizar El Diablo Cojuelo me inspiré en Los anteojos de mejor vista de Rodrigo Fernández Ribera. Mi obra fue traducida pronto a las lenguas europeas, así más gente podría leer mi obra y disfrutar de ella viendo la realidad que se vivía en Madrid. Utilicé dobles sentidos, juegos de palabras, alegorías, retruécanos, y elipsis, me encantaba utilizar estos recursos. Dividí la obra en trancos en vez de capítulos, porque quería cambiar un poco no siempre dividir las obras en capítulos. El argumento es el siguiente: un estudiante que huye de la justicia, don Cleofás, entra en una buhardilla de un astrólogo y allí libera a un diablo encerrado en una redoma, quien en agradecimiento, levanta los tejados de Madrid y le enseña todas las miserias, trapacerías y engaños de sus habitantes.

Trocito del Diablo Cojuelo

-Yo, señor don Cleofás Leandro Pérez Zambullo, que ya le sé el suyo, o los suyos -dijo el Cojuelo-, porque hemos sido vecinos por esa dama que galanteaba y por quien le ha corrido la justicia esta noche, y de quien después le contaré maravillas, me llamo de esta manera porque fui el primero de los que se levantaron en la rebelión celestial, y de los que cayeron y todo; y como los demás dieron sobre mí, me estropearon, y así quedé más que todos señalado de la mano de Dios y de los pies de todos los diablos, y con este sobrenombre; mas no por eso menos ágil para todas las facciones que se ofrecen en los países bajos, en cuyas empresas nunca me he quedado atrás, antes me he adelantado a todos; que, camino del infierno, tanto anda el cojo como el viento; aunque nunca he estado más sin reputación que ahora en poder de este vinagre, a quien por trato me entregaron mis propios compañeros, porque los traía al retortero a todos, como dice el refrán de Castilla, y cada momento a los más agudos les daba gato por demonio. Sácame de este Argel de vidrio; que yo te pagaré el rescate en muchos gustos, a fe de demonio, porque me precio de amigo de mi amigo, con mis tachas buenas y malas.
-¿Cómo quieres -dijo don Cleofás, mudando la cortesía con la familiaridad de la conversación- que yo haga lo que tú no puedes siendo demonio tan mañoso?
A mí no me es concedido -dijo el Espíritu-, y a ti sí, por ser hombre con el privilegio del bautismo y libre del poder de los conjuros, con quien han hecho pacto los príncipes de la Guinea infernal. Toma un cuadrante de esos y haz pedazos esta redoma, que luego en derramándome me verás visible y palpable.

15-12-1641

miércoles, 11 de marzo de 2009

El despido y la llegada a la cumbre

En marzo de 1636, fui sustituido por otra merced del monarca, no se por qué, debido a que nunca llegué a llevarme bien con él, desde aquel día que él se cayó al tropezarse con mi pie. Fuí destinado a un puesto de carnicería en el mercado que fue mi nuevo trabajo; pedí sin embargo en continuos memoriales ayuda de vestuario y condumio, ya que personas como yo no podían ir con cuatro trapos encima sino bien vestidos no como el resto de las personas. Esto era algo habitual en quienes vivían de las letras, siempre, con todo, muy dignamente, pues al mismo rey se quejaba.
Colaboré en academias literarias, donde les enseñé a los alumnos algunas de mis características y certámenes poéticos serios o burlescos. Organicé veladas teatrales en Palacio, con representaciones propias y comedias. Estos actos les encantaban al público, era impresionante ver cómo las personas me aclamaban, ver que les gustaban y las sonrisas en sus caras; esto es de las cosas que mejor recuerdo a lo largo de mi vida y me siento orgulloso de ellas. Llegué a corregir las obras del propio Felipe IV. Sin embargo restringí los temas de sus dramas a la Historia profana o bíblica, esto fue un gran paso para mí corregir las obras de un gran rey como es Felipe IV y estar al servicio del rey que domina España, Nápoles, Sicilia, Cerdeña y Portugal.
En este año he publicado mi mejor obra y que creo que se va a hacer la más conocida de todas se llama El Diablo Cojuelo, que os explicaré en el siguiente capítulo.
20-11-1641

martes, 10 de marzo de 2009

La estabilidad

Escribí varios obras: El rey en su imaginación, 1625; Si el caballo vos han muerto, 1633; Los amotinados de Flandes, 1634; La nueva ira de Dios, 1635; Los tres portentos de Dios, 1635.
Logré un gran éxito con mi obra dramática, El rey en su imaginación, debido a que estuve 5 años para escribir esta obra, me costó mucho trabajo hacerla debido a que tuve que replantear varias veces el tema sobre el que trataba la obra, pero aunque fue un duro trabajo mereció la pena todas aquellas tardes en frente del papel esperando la llegada de la inspiración, la que tardaba mucho en llegar y yo tanto esperaba.
Conseguí una cierta estabilidad económica al lograr una pensión mensual de doscientos reales. Un gran sueldo para aquella época, gracias a este conseguí saldar muchos préstamos. Siempre he vivido debiendo dinero a las personas a causa de ser pobre y de tener una familia grande. Quien me mandaría a mí haber tenido tantas mujeres e hijos, por ellos he estado sacrificándome toda mi vida.

20-10-1635

lunes, 9 de marzo de 2009

Diviértete conmigo

En este juego podéis destruir aquello que tanto me hubiera gustado tener en mi infacia y lo que me hizo tanta falta a lo largo de mi vida hasta que logré un sueldo digno.



domingo, 8 de marzo de 2009

Mi familia y trabajos

Aún me casaría dos veces más (1618 -con Ana María del Valle, ella falleció de sobreparto el 20 de noviembre de 1619- y María López de Palacios en 1625). Empezaron mis habituales problemas económicos a causa, entre otras cosas, de mi enorme familia, se me ha de juzgar por los numerosos versos de circunstancias que dediqué a pedir; me gané fama por ello de poeta pesetero o pedigüeño, bajo el sobrenombre de "el importuno Lauro".
Después de haber sido breve tiempo ujier del Príncipe de Gales, futuro Carlos I, en 1623. En 1625 un buen cargo similar, el de ujier de cámara regia, aunque... sin sueldo, salvo gajes de la casa, médico, botica y entierro. Esto me dio alguna tranquilidad y facilidad para consagrarme en mi obra dramática, en la que logré grandes éxitos (El rey en su imaginación, 1625).
También escribí otras obras como:
El Niño Diablo (1620).
El diablo está en Cantillana (1620).
Los novios de Hornachuelos (1620).
El verdugo de Málaga (1620).
El águila del agua (1620).
Más pesa el rey que la sangre (1620).

26-5-1625